Jim Thompson y la seda en Tailandia
La fabricación tradicional de la seda en Tailandia existía en el reino de Siam desde el siglo XIII, pero es gracias a la iniciativa de Jim Thomson cuando los tejidos de seda tailandeses cobraron verdadera fama. Jim Thompson, ciudadano estadounidense y arquitecto de formación, descubrió Tailandia en 1945 cuando fue destinado a Bangkok para ocuparse de la oficina de la CIA después de la II Guerra Mundial.
A los dos años de su llegada, y seducido por los encantos de la capital tailandesa, Thompson decidió cambiar el espionaje por el negocio de la seda y se puso en contacto con artesanos musulmanes del barrio de Ban Krua que seguían practicando en familia el modo de fabricación tradicional. Resuelto a comercializar los artículos de la seda de Tailandia creó su propia empresa Jim Thompson Thai Silk Company en 1947, fomentando el desarrollo de la industria de la seda tailandesa hasta su misteriosa desaparición en marzo de 1967 durante un viaje por Malasia. Se dice que fue asesinado, o tal vez regresó a EE.UU. con una nueva identidad.
Hoy día, la industria de la seda en Tailandia se concentra principalmente en el noreste, debido a que la tierra es ideal para el cultivo de moreras, el principal alimento de los gusanos, y la seda se produce en unas condiciones climáticas favorables basada en métodos tradicionales. Familias poseen sus propios huertos de moreras y crían gusanos de seda en sus casas. Cuando finaliza el ciclo de formación de los capullos, los campesinos los venden a la granja de la compañía de Jim Thompson.
La fabricación de seda conserva el método tradicional de producción, que comienza con la última etapa del ciclo de crecimiento de los gusanos de seda Los capullos son colocados en una olla de agua y utilizando una vara de bambú, se van liberando los hilos de seda para formar una hebra que se devana en un carrete. Después del secado, se tiñen los hilos y se trenzan en uno solo, y finalmente, la seda se teje en enormes telares manuales de madera de manera artesanal.
La artesanía de la seda se perpetúa de generación en generación combinando técnicas seculares y modernas, contribuyendo con la prosperidad económica del país, y a pesar de que la popularidad de la seda tailandesa ha disminuido, sigue siendo muy apreciada por su calidad y precio.
La casa-museo de Jim Thomsom
El legado de Jim Thompson permanece presente en Tailandia en una de las casas tailandesas tradicionales mejor conservadas de Bangkok, en la que fuera su residencia y uno de los mejores museos del país, formada por un conjunto de seis casas de madera de teca llevadas desde otras provincias de Tailandia, respetando el estilo tradicional y costumbres. Un rincón en la ajetreada ciudad que merece ser visitado.
Jim Thompson House está situado en 6 Soi Kasemsan 2 (National Stadium BTS Metro). Horario 9:00 – 17:00 horas. Precio 100 bahts.
Junto a un canal de la capital, se ubica el pequeño taller de Loong Aood, a quien Jim Thomson acudió hace más de medio siglo y que aun conserva las técnicas y algunos recuerdos de quien revolucionó la industria de la seda en Tailandia.
Visitar una fabrica tradicional de seda es una experiencia única para conocer una de las tradiciones tailandesas más populares, siendo testigo de todo el ciclo de elaboración de la seda y con la posibilidad de adquirir tejidos de seda 100% natural.
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